Las visitas periódicas al veterinario son clave para garantizar la salud y el bienestar de nuestras mascotas. Muchos propietarios solo acuden al veterinario cuando su mascota presenta síntomas evidentes de enfermedad, pero lo ideal es realizar chequeos preventivos que permitan detectar problemas antes de que se agraven.
Visitas regulares según la edad
Durante el primer año de vida, es fundamental llevar a cachorros y gatitos a revisiones veterinarias frecuentes para completar su esquema de vacunación y asegurar un crecimiento adecuado. En esta etapa también se recomienda la esterilización para prevenir problemas de salud y sobrepoblación.
En la adultez, lo ideal es realizar una revisión veterinaria al menos una vez al año. En estos chequeos, el veterinario evaluará el estado general de la mascota, su peso, dentadura, piel y pelaje, además de realizar análisis de sangre y orina si fuera necesario. La detección temprana de enfermedades como la insuficiencia renal o la diabetes puede marcar una gran diferencia en la calidad de vida de la mascota.
Síntomas de alerta
Para mascotas mayores, es recomendable aumentar la frecuencia de las visitas veterinarias a cada seis meses. A partir de los 7-8 años, los perros y gatos pueden desarrollar enfermedades degenerativas, por lo que es importante monitorear su salud con más atención.
Además de los chequeos regulares, es crucial llevar a la mascota al veterinario si presenta síntomas como pérdida de apetito, letargo, vómitos persistentes, diarrea, dificultad para respirar, cojera o cualquier otro signo inusual. La detección temprana y el tratamiento adecuado pueden salvar la vida de tu mascota.