Cuando un gato entra y sale del arenero sin conseguir orinar, se queja o está más apático de lo habitual, algo no va bien. Este comportamiento puede indicar una obstrucción urinaria, una urgencia veterinaria potencialmente mortal que requiere atención inmediata. En Trivet, sabemos que actuar a tiempo puede marcar la diferencia. Aprende a reconocer los signos y qué hacer en casa mientras acudes al centro veterinario.
¿Cómo saber si tu gato tiene un problema urinario grave?
Lo primero que debes saber es que no orinar no es normal, y menos aún si tu gato lo intenta varias veces sin éxito. Estos son algunos signos de alarma que deben hacerte saltar las alertas:
- Entra al arenero muchas veces pero no consigue orinar.
- Maúlla de dolor o está irritable.
- Tiene el abdomen tenso, se esconde o muestra letargo.
- Puede presentar vómitos o dejar de comer.
Estos síntomas son especialmente frecuentes en machos jóvenes o castrados, aunque cualquier gato puede verse afectado. La causa suele ser un bloqueo parcial o total de la uretra por tapones, cálculos o espasmos musculares, y el tiempo corre en su contra.
Qué hacer (y qué no) si tu gato no puede orinar
Que NO hacer si tu gato no puede orinar:
- No le des ningún medicamento por tu cuenta.
Aunque tengas en casa algo “para el dolor” o hayas leído recomendaciones en internet, darle medicación sin control veterinario puede ser muy peligroso. Algunos fármacos pueden agravar la obstrucción, dañar sus riñones o provocar efectos secundarios graves. - No le presiones el abdomen.
Intentar “ayudarle” a orinar apretándole la barriga no solo no resolverá el problema, sino que puede causar lesiones internas, dolor intenso o incluso rotura de vejiga. Es una maniobra que solo debe hacer personal veterinario cualificado y en un entorno controlado. - No esperes “a ver si se le pasa”.
Este no es un problema que pueda mejorar solo con el tiempo. Una obstrucción urinaria es una emergencia médica que puede poner en riesgo su vida en cuestión de horas. Cuanto más se retrasa el tratamiento, mayor es el daño a nivel renal y sistémico.
Que SÍ hacer mientras acudes al veterinario:
- Mantenlo en un lugar tranquilo y seguro.
Evita el bullicio, los ruidos fuertes o los espacios donde se sienta atrapado. El estrés puede empeorar su estado, así que crea un entorno calmado mientras preparas el transporte. - Evita manipularlo en exceso.
Sabemos que te preocupa, pero cuanto menos lo toques, mejor. Los gatos con obstrucción urinaria suelen tener mucho dolor y pueden reaccionar mal incluso con caricias bienintencionadas. - Y lo más importante: llama o acude de inmediato a un centro veterinario.
En Trivet, estamos preparados para actuar con rapidez, aliviar el dolor, desobstruir la vía urinaria y estabilizar a tu gato. Además, te daremos las pautas necesarias para prevenir futuras recaídas.
Recuerda: una obstrucción urinaria no es un susto cualquiera
Es una condición grave que, sin atención urgente, puede poner en riesgo la vida de tu gato. Ante la duda, mejor pecar de precavidos.
En Trivet, estamos para ayudarte a cuidar de su salud en los momentos más críticos.
Actuar rápido puede salvarle la vida.